Es el intercambio fluido entre el interior de un organismo con su entorno. A través del canto podemos ampliar, dinamizar y armonizar este ritmo vital de intercambio.

El calentamiento propio no sólo puede ser observado como un proceso en relación al cuerpo y su entorno, sino también como un proceso diferenciado al interior del cuerpo y con ello, altamente sanador. Este proceso también es influenciado por el calor anímico y espiritual, nuestros sentimientos, pensamientos y deseos transforman este capacidad de calentarnos y adaptarnos al mundo.

¿Cómo a través del canto y el arte podemos expresar y equilibrar nuestro calor interior? 

Además de los factores físico-funcionales de la nutrición, la incorporación de impresiones anímicas y contenidos espirituales también afectan los procesos vitales. Experimentaremos ejercicios para estimular nuestro organismo encargado de la digestión y asimilación de los nutrientes, pero también el arte y el canto como alimento anímico-espiritual.

Los procesos de secreción y eliminación producen una consciencia sobre lo que le es propio al cuerpo y lo que le es externo. La eliminación está estrechamente ligada a la nutrición y tiene que ver con la capacidad orgénica y anímica espiritual del discernimiento: ordenar, clasificar, desglosar, analizar, filtrar, retener.

Así como el cuerpo tiene esta capacidad de clasificar, el alma también ordena y analiza para poder darle estructura a las impresiones y sentimientos que vivencia. 

Practicaremos en este sentido de limpieza, claridad y discernimiento desde nuestra expresión artística con el canto y la plástica.

El proceso vital de la conservación se relaciona con la capacidad física, anímica y espiritual de mantener, regenerar y recordar, tanto sus formas y funciones orgánicas cómo las vivencias en el mundo. La capacidad de retener pensamientos, recordar sentimientos, rememorar pasajes de nuestra vida tiene que ver con el aprendizaje y la capacidad de conservar la vida. 

Desde la cantoterapia y la terapia artística vivenciaremos diferentes ejercicios para armonizar y fortalecer nuestra memoria y capacidad de mantenimiento vital.

Los procesos de crecimiento son rítmicos, visibles en el crecimiento hacia lo largo y ancho, y son influenciados por la corriente hereditaria, por las condiciones de vida, pero ante todo, por la propia individualidad. El crecimiento no solo pertenece a la infancia, sino a distintas etapas de la vida. 

Podremos vivenciar desde el arte y el canto el crecimiento de nuestra alma, la expansión y desarrollo de unos sentidos nuevos para la vida.

La producción y reproducción de diferentes componentes del cuerpo, la producción de formas y funciones, o bien, la reproducción de todo un organismo, un recién nacido, nos abre la pregunta sobre qué es en realidad la sustancia humana y cómo la generación de nuevas células o humanos desarrollan su individualidad y autonomía.

La mirada desde lo anímico-espiritual al respecto de la reproducción está relacionada con el libre pensar y la creación auténtica. Trabajaremos en fortalecer nuestra individualidad creadora desde nuestro canto y creación artística. 

Sólo cognitivamente es posible separar los 7 procesos vitales, estos están integrados en una armonía vital dentro de nuestra organización físca-anímica y espiritual. 

En esta sesión trabajaremos los aspectos de su integración, fluidez y fortalecimiento. Será la sesión de cierre de esta aventura de autoconoscimiento y autosanación.